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En 1999 las Naciones Unidas asumen el 25 de noviembre como “Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres”. Esta fecha fue escogida casi dos décadas antes por los movimientos feministas de América, recordando el asesinato, en 1960, de las hermanas Mirabal, opositoras a la dictadura de Trujillo en la República Dominicana. Es un día para mostrar el rechazo a todas las formas de violencia contra las mujeres, ya sean individuales o colectivas, y tanto si se dan en el ámbito privado, familiar o doméstico como en el espacio público. Se entiende así que la violencia contra las mujeres no es un problema exclusivo de estas sino que se trata de la expresión más grave de la desigualdad entre mujeres y hombres, y constituye una vulneración de los derechos humanos. En nuestro entorno cada vez aumenta más la concienciación social ante este problema y el rechazo a todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres.
Los dos últimos años han estado marcados por la pandemia de la COVID-19. El confinamiento, las restricciones de movimiento y la limitación de las relaciones, que solo ahora estamos empezando a superar, han destapado con toda su crudeza las situaciones de extrema vulnerabilidad de las mujeres que están enfrentando violencia machista. En esta situación debemos seguir trabajando para generar las condiciones que eviten su aislamiento, desprotección e invisibilidad, haciendo de la lucha contra la violencia machista una prioridad política, especialmente desde los Ayuntamientos, por ser las instituciones más cercanas a la ciudadanía. En Balmaseda, en lo que va de 2021, se han registrado trece (13)denuncias por violencia de género, aunque somos conscientes de que, especialmente en el contexto actual, se han podido producir más casos que no han llegado a conocimiento de nuestras instituciones.
Por todo ello, al igual que otros años, el AYUNTAMIENTO DE BALMASEDA:
REITERA su compromiso de erradicar todas las expresiones de violencia hacia las mujeres y sus causas estructurales, así como la normalización que las perpetúa, poniendo en marcha, en el marco de sus competencias, los medios técnicos, económicos y políticos necesarios.
SE COMPROMETE a analizar el impacto que la crisis de la COVID19 haya podido tener en las violencias machistas y a identificar las acciones necesarias para hacerles frente, en coordinación con todas las instituciones, asociaciones de mujeres, colectivos feministas y otros agentes sociales.
NO REALIZARÁ NINGUN RECORTE en los presupuestos de igualdad y aumentará las partidas que sean necesarias para preservar y consolidar los programas de igualdad. Asimismo, destinará los medios necesarios para que el conjunto de la población, y especialmente las mujeres, dispongan de información sobre los recursos y servicios existentes destinados a la lucha contra la violencia machista.
ANIMA A LA CIUDADANÍA a adoptar, también durante el resto del año, compromisos personales y colectivos a favor de la igualdad entre mujeres y hombres, especialmente en lo que se refiere al rechazo a cualquier manifestación de violencia o discriminación y a participar, en la medida de los posible en la actual situación, en las distintas iniciativas que convoquen tanto las instituciones como los movimientos sociales.