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Desgraciadamente, la violencia contra la mujer sigue existiendo en todas las sociedades, incluida la nuestra. Esta lacra social va dejando un goteo incesante y constante de muertes y, a juzgar por los estudios realizados, las nuevas generaciones no están exentas de la influencia de la cultura machista.
La labor de concienciación y sensibilización es y debe ser continua, pero llegada la fecha del 25 de noviembre se hace más visible por celebrarse durante esa jornada el Día contra la violencia hacia las mujeres. En nuestra Villa, el Área de Igualdad es la encargada de trabajar de forma activa en esta línea todos los días, si bien llegado noviembre vuelve a sacar el punto lila (símbolo de esta lucha) a la calle para recordarnos más vivamente este drama que sufren muchas mujeres y familias. Desde el Ayuntamiento, te invitamos a participar en las actividades propuestas y decir NO a este problema social (Ver programa). Al fin y al cabo, es una lucha de todos y de todas.
Pero, ¿qué es la violencia de género? ¿Qué se puede hacer para prevenirla? ¿Y cuándo ya existe un caso de esta índole, qué podemos hacer? Hemos hablado con personal cualificado en este tema de la Ertzain-etxea de Balmaseda, que nos han aclarado estas preguntas desde el punto de vista de los y las agentes que trabajan diariamente a pie de calle. Queremos agradecerles su disponibilidad para contestar a nuestras preguntas y también su buen hacer en esta labor que no es nada sencilla, llegando incluso a afectar psicológicamente.
¿Qué hacer ante la violencia de género (VG)?
Reaccionar, nunca quedarse como personas “sufrientes” o de mera contemplación ante un suceso de posible VG. Si se trata de una víctima, poner los hechos en conocimiento de personal cualificado, profesionales de sanidad, asuntos sociales o ante las y los agentes de policía, Ertzaintza o Policía Local. En nuestro caso, la Ertzain-etxea de Balmaseda está disponible las 24 horas del día, todos los días del año. También utilizando el teléfono 112 o el 016.
Si se trata de personas que conocen una posible situación de VG, poner en conocimiento del personal competente los datos de que se dispongan, entre quienes nos encontramos los y las agentes de la Ertzaintza. Bien sea de manera discreta o bien formalmente, ningún posible caso tiene que quedarse en la ocultación, en el silencio cómplice o en la impunidad del agresor.
¿Cómo identificar los primeros signos antes de que se produzca el acto? ¿Cómo prevenir? ¿cuáles son las señales que indican que se puede estar sufriendo violencia de género sin llegar a las agresiones físicas?
Antes de la agresión física están los desprecios, el control de todo tipo que se incrementa (teléfonos, amistades, vestimenta, dinero, etc.), o los insultos y amenazas, también el chantaje emocional o la coacción con las hijas o hijos. Es una escalada en menoscabo de la dignidad de las mujeres, que exponemos en las denuncias que recogemos en la Ertzaintza.
Es importante la prevención general, que se hace promoviendo la sensibilidad frente al fenómeno de la VG, pero es insuficiente para llegar a cada posible caso. Por eso se desarrollan actividades con menores y jóvenes, para que conozcan y no realicen las conductas que llevan a la VG. Así como en la Ertzaintza intentamos conectar con los grupos vulnerables, especialmente de mujeres que por edad o cultura tienden a soportar este tipo de casos de VG.
En la Ertzaintza disponemos de una serie de “indicadores” para conocer la gravedad de la VG, que no es sólo la agresión física, porque a veces el maltrato psicológico es peor. Las “señales” están en el comportamiento de las víctimas y también en los agresores. Cando ellas eluden hablar del tema o enmascaran sus problemas, al ver los hechos o el trato que reciben y sus amigas las preguntan. Cuando ellos alardean de su poder y dominación. Es relevante ponerse en contacto con la Ertzain-etxea de Balmaseda y exponer la situación, para que podamos actuar antes de llegar a situaciones más graves.
Una vez que nos encontramos ante esta situación, ¿cómo se actúa desde la Ertzaintza?
Vamos a atender a la víctima siguiendo el método de intervención que disponemos en la Ertzaintza, contratado con la Universidad y con otros profesionales. La prioridad es proteger a la víctima y reforzar su autoestima, a la vez que se le informa del procedimiento legal y de los recursos disponibles (teléfono de emergencia, piso de acogida, etc.). A veces hay víctimas que están confusas, además de tensas y preocupadas, hay que tener paciencia, lo importante es que han dado el paso. Luego están todos los siguientes pasos: ponerla en contacto con el servicio gratuito de asistencia letrada, o poniendo el caso en manos judiciales y de los servicios sociales.
¿Cuál es el seguimiento que se realiza?
En la Ertzaintza disponemos de agentes especializados en VG, que se dedican en todo su tiempo a atender a las personas implicadas, especialmente a las víctimas. Hay toda una forma de proceder, contrastada en su calidad y supervisada.
Las víctimas, ¿suelen colaborar o después de pasados los hechos se arrepienten y dan segundas oportunidades?
La mayoría de las víctimas colaboran decididas para seguir la denuncia y el proceso judicial. Hay unas pocas que desisten en el proceso, dando o no “otra” oportunidad, porque alguna rompe la relación y no quiere saber nada más del asunto. Lo importante es que rompan con la situación de VG, que se sientan como mujeres plenas y que decidan por sí mismas.
Cuando hay menores de por medio, ¿hay algún procedimiento especial?
Más que “especial”, se procede de forma adecuada a las circunstancias, porque se incluyen los derechos de las y de los menores. También es distinto que haya bebés de días o meses, o jóvenes de 15 a 17 años, que de todo nos encontramos. En especial atendemos a si ellos o ellas han sido también victimizadas (violencia doméstica), procediendo a activar los recursos existentes para apoyarlas.